Cuento 2
La abuelita Micaela
" Había sido una noche agotadora. La pequeña no había dejado de toser y de llamarla cada dos por tres. Seguramente había cogido frío en el pecho el día anterior en una excursión al campo.
Por fin había caído rendida a primeras horas de la mañana, dándole un respiro.
Dudó en volver a la cama y recuperar las horas de sueño que había perdido durante el trasiego nocturno.Mejor tener a mano algún medicamento que aliviara su vocecita cuando se despertara.
En una cómoda de su dormitorio los tenía guardados, a salvo de sus menudas manos.
Debajo de los jarabes encontró un tapete que la abuelita Micaela le había regalado hace mucho. Casi lo tenía olvidado.
La abuelita Micaela era una mujer menuda. Salía a trabajar al campo muy temprano y cuando todos estaban acabando el desayuno, ella volvía a casa ... a continuar con las labores del hogar.
Sus manos hablaban solas...ajadas por el tiempo y curtidas por el trabajo. Siempre encontraban su descanso en esa hora de la tarde en la que las jóvenes, bien peripuestas, salían a darse el paseo en busca de novio.
Antes, como una especie de rutina diaria, barría con gracia la puerta de su casa y la regaba con la ayuda de un cubo. Sólo la entretenía alguna vecina que de vez en cuando pasaba por allí y le daba algo de conversación.
Luego sacaba la silla con asiento de enea y, con mucha parsimonia, rebuscaba entre los bolsillos de su delantal una pequeña bolsa de cuadritos azules que se cerraba con un cordel.
Ella la recodaba perfectamente, como si se hubiera quedado allí congelada en el tiempo, en su memoria, haciendo una y otra vez lo mismo. Lo que más le gustaba.
Sus huesudos dedos estiraban con cuidado una hebra de fino hilo que acababa en un ovillo de color blanco, no más grande que un puño. Después, preparaba una aguja de ganchillo, con la cabeza tan fina que nadie diría que podría sostener el hilo. Sin embargo, ella lo conseguía.
Un estudiado y veloz movimiento de dedos la hacían entretenerse con tanta atención que parecía que el mundo estaba parado a su alrededor. Era fácil quedarse embobado viendo tan increíble hazaña...
Sus recuerdos se perdieron un instante en el tiempo. La pequeña había vuelto a toser y de nuevo estaba en la realidad. Por suerte se calló y siguió durmiendo como si nada.
Entonces ella decidió prepararse un café con una deliciosa espuma, saborear una de esas nuevas magdalenas y distraerse leyendo su revista favorita de decoración.
Mercedes Jiménez
Ps. La escritura y fotografías de este cuento pertenecen a su autora, no realizando ninguna copia para cualquier ejercicio o actividad.
Gracias por tu lectura. Nos vemos el lunes próximo.
12 comentarios:
he recordado a mi madre siempre con su ganchillo. Un abrazo
Como si de un serial se tratase, me tienes enganchada a tus cuentos... en este caso creo que hasta lo he vivido..... no tenía el mismo nombre, pero la historia es muy similar....
Precioso tapete, seguro que estaría orgullosa de ver como lo guardas...
Espero que la peque haya mejorado..
Besos guapa y feliz semana!!
Mª José
PD Nos vemos el lunes, aunque te dejo que publiques otras cosas entre tanto vaya a ser que te aburras!!!
Que cuento tan bonito. Me ha encantado!!. Se nota que está escrito con mucho amor. Te felicito.
Si me gustó el cuento de la semana pasada mas me ha gustado este, creo que todas nos hemos transportado contigo. Con respecto a tu hija espero que se recupere pronto, la mía lleva ya 4 noches así pero hoy por fín está mas recuperada, osea que te entiendo muy bien.
Un beso.
Bonito tapete, bonito cuento, y el cafe y la madalena tienen una pinta que invita a trasladarse a la foto, me encantaria conpartir contigo una merienda, con charla y costuras.
Un beso
Que bonito relato!!! me encanto espero que la pequeña se haya recuperado, besotes hasta el lunes
Un relato precioso. Un besazo
Que bonito, me encanta empezar la semana con tus cuentos.
Felicidades por esta iniciativa
Mayte
Igualita, igualita que mi abuelita... Gracias por tu precioso relato.
Hola Mercedes. Bonito relato. Felicidades tienes un don. Saludos.
Muchas gracias a todas por el detalle de dejar aquí un comentario. Veremos qué sale el lunes que viene.
Hola Mercedes:
ya ya te felicito por el cuento del próximo lunes,
Pues seguro, que será tan tierno como este.
Un saludo
Mª Jesús
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