Acolchado a mano con un nuevo bastidor

Estaba deseando ponerme a acolchar el quilt de los triangulitos . Sabía que quería hacerlo a mano  y cómo, una simple x en cada uno de los cuadrados.

Ya sabéis lo que me gusta acolchar a máquina, pero este quilt se merecía un acabado a mano. 

 Entonces me puse a buscar mi bastidor de tubos , uno de esos cuadrados blancos de plástico de dos palmos de ancho más o menos. .

Ya lo había usado para bordar y también para acolchar uno de mis primeros quilts  que aún está por acabar. Sólo era cuestión de  que viera de nuevo la luz. 

La cosa iba a ser rápida, líneas rectas. Pero empezó  retardarse cuando tuve que empezar a quitar  los tubos que tensan el bastidor. Volver a colocar, acolchar  un poco , desmontar...... y así suma y sigue.

Desde luego no era plan seguir así. Los nervios los tenía a flor de piel.

Entonces empecé a buscar  un aro de madera grande para esta labor...... y ¡bingo! Dí con un artículo en el que se hablaba de los bastidores que hacía a mano el marido de Noemí.

Siempre quise tener uno de esos fantásticos bastidores de madera, grandes, hermosos ........   que te dejan trabajar con comodidad . 

Y ya está aquí , montado y estrenado. Menuda joyita. Ando la mar de contenta .
Como ves tiene entre las patas un  soporte para colocar los pies y dar más estabilidad. 
El aro puede moverse arriba y abajo según lo que necesites.

Ahora avanzo ligera ,  con ganas. 

Aquel espacio reducido de acolchado  se ha abierto " hasta el infinito y más allá ". 

Da gusto,  junto a la ventana, dejar  que la luz de otoño  me acompañe un ratito  , quizá sólo para dar dos pasadas de  un extremo a otro y avanzar apenas   dos filas.......pero no me importa. Lo disfruto y es lo que importa. 
Otro día tocará continuar con el acolchado a máquina.